Hoy digo... mañana no se:
Al asesino de Fanny lo premiaron con cuatro (4) años de prisión y nueve (9) años de inhabilitación para conducir vehìculos.
Desde mi pobre comprensión de las leyes argentinas y como ciudadana de este paìs, la “confianza” que debo depositar en ellas se ha visto hoy UNA VEZ MÀS… Y VAN…, mancillada, traicionada, psicopateada , por los jueces que las aplican.
Si bien, cada vez me cuesta mayor esfuerzo, trato de entrar en razonabilidad al momento de promover en mi escaso entendimiento el análisis de las acciones de los jueces… (incluyamos polìticos ya que estamos)… cuyos atributos superlativos parece separarlos de la realidad social.
Para abreviar… y siempre dicho desde mi posición de miembro comùn de esta sociedad, hoy he aprendido definitivamente esa lecciòn que desde hace muchos años los jueces argentinos nos estàn dando y yo me resistìa a tomar:
Aprendì què, en uso de nuestra libertad, cualquiera podemos asesinar en las calles mediante la utilización de un vehìculo como arma, el alcohol como coartada y lo preterintencional como figura.
Aprendì tambièn que, los jueces que dan estos fallos blandos seguramente lo hacen por reconocer en su vida ìntima/personal la fuerte posibilidad de encontrarse involucrados como parte imputada en casos semejantes.
Y tambièn aprendì que, existen las leyes… existe la violación de las leyes… axiste la aplicación de las leyes… existe el principio de Libre Convicción Razonada… y existe tambièn la apertura de paragüas judicial.
Laura Sagarra
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